con las putas resoluciones de año nuevo a medio cumplir (nunca se cumplen todas) voy todas las mañanas al gimnasio y termino empapada en mi propio chivo a niveles que creia insospechados. pero ojo! las piernas que estoy sacando.... uf.... casi heidi klum.
me pego una cachetada y caigo a la realidad. "loca, podes ir todos los dias de aca a tu muerte al gimnasio. las piernas quedan iguales, a las muy hijas de puta no hay rutina que las moldee".
igual, porque somos mujeres, y porque queremos estar a la altura (de quien? de que?) seguimos yendo y desfalleciendo en cuanta cinta mecanica se nos cruza y levantando cuanta pesa existe. primero 1, 2, 3 kilos. cuanto vamos a levantar a fin del verano? porque, claro, solo vamos en verano al gimnasio.
somos asi. en el año total quien nos ve las piernas? a lo sumo los novios. y a los novios les decimos: "querido, esto es lo que hay, grasa y celulitis. si te gusta, genial y sino... joderse". el resto del mundo nos mira enfundadas en los eternos (siempre vuelven) pantalones chupines y piensan que tenemos piernas esculturales. pero no, señores! es todo mentira! adentro de ese jean estamos achicharradas hasta el ultimo gramo y cuando nos lo sacamos se nos marca la costura al costado de nuestras -no esculturales- piernas. asco.
asi que aca estoy. recien bañada y cambiada pero con cada musculo de mi -minusculo?- cuerpo sintiendose como un forro usado: estirado, largo, fofo y lleno de nada.
necesitaba quejarme. por que no podemos ser flacidas y celuliticas? quien impone estos estandares que nadie -no, NADIE- logra alcanzar? el comun de los mortales no somos ni pampita, ni jesica cirio, ni pamela david (y vale la aclaracion: esas son de mentirita).
las de verdad somos de verdad: rellenitas y con celulitis.
banquensela, hombres.
por un 2010 lleno de milanesas con papas fritas y vacio de culpa alimenticia